WASHINGTON—Los obispos estadounidenses expresaron el 30 de marzo preocupación por las víctimas de abuso sexual de menores por parte de clérigos y agradecieron al papa Benedicto XVI su liderazgo a la hora de lidiar con el crimen y pecado del abuso sexual de menores.
“Sabemos por nuestra experiencia que el Papa Benedicto está profundamente preocupado por aquellos que a quienes se ha hecho daño por el abuso sexual y también sabemos cuánto ha fortalecido él la respuesta de la Iglesia a las víctimas y apoyado nuestros esfuerzos por lidiar con los responsables”, afirmaron los obispos. “Continuamos intensificando nuestros esfuerzos por proporcionar ambientes seguros para los niños en nuestras parroquias y escuelas. Es más, trabajamos con otros en nuestras comunidades para luchar contra el predominio del abuso sexual en la sociedad en general”.
Los obispos hicieron sus comentarios a través de un comunicado publicado por el Comité Ejecutivo de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, integrado por: el Cardenal Francis George, OMI, de Chicago, presidente; el Obispo Gerald Kicanas de Tucson, Arizona, vice-presidente; el Arzobispo Joseph Kurtz de Louisville, tesorero; el Obispo George Murry, SJ, de Youngstown, OH, secretario; y el Obispo Arthur Serratelli de Paterson, Nueva Jersey, miembro electo.
El texto completo del comunicado se ofrece a continuación.
“En nombre de los obispos católicos de Estados Unidos, nosotros, los miembros del Comité Ejecutivo de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos escribimos tanto para expresar nuestra profunda preocupación por aquellos a quienes se ha dañado con el crimen y el pecado del abuso sexual por miembros del clero, como nuestro profundo agradecimiento por el respaldo que el Papa Benedicto XVI nos ha dado para dar respuesta a las víctimas, tratar con los responsables del abuso y crear ambientes seguros para los niños. La reciente salida a la luz pública de más casos de abusos sexuales por parte de miembros del clero entristece y enoja a la Iglesia y nos avergüenza. Si en algún lugar los niños deberían estar seguros, debería ser en sus hogares y en la Iglesia.
Sabemos por nuestra experiencia que el Papa Benedicto se preocupa profundamente por aquellos que a quienes se ha hecho daño por el abuso sexual y también cuanto ha fortalecido él la respuesta de la Iglesia a las víctimas y apoyado nuestros esfuerzos por lidiar con los responsables. Continuamos intensificando nuestros esfuerzos por proporcionar ambientes seguros para los niños en nuestras parroquias y escuelas. Es más, estamos trabajando con otros en nuestras comunidades para luchar contra el predominio del abuso sexual en la sociedad en general.
Uno de los momentos más conmovedores de la visita del Santo Padre a los Estados Unidos en 2008 fue su conversación en privado con víctimas/supervivientes en la Nunciatura Apostólica en Washington. El Papa Benedicto escuchó de primera mano como el abuso sexual ha destrozado vidas. El Santo Padre habló con cada persona y dio tiempo para que hablaran libremente con él. Ellos compartieron sus dolorosas experiencias y él les escuchó, a menudo estrechando sus manos y respondiendo de manera tierna y dándoles confianza.
Con el apoyo tanto del Papa Juan Pablo II como de Benedicto XVI, nosotros, los obispos hemos realizado un compromiso enérgico para hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para prevenir que el abuso les suceda a los niños. Vivimos este compromiso mediante el Estatuto Para la Protección de Niños y Jóvenes, el cual nos llama a responder con compasión a las víctimas/los sobrevivientes, a trabajar diligentemente para seleccionar a aquellos que trabajan con niños y jóvenes en la Iglesia, a proporcionar educación para la concienciación y prevención, a denunciar sospechas de abuso a las autoridades civiles y a rendir cuentas de nuestros esfuerzos para proteger a niños y jóvenes mediante una auditoría externa anual a nivel nacional.
Mientras acompañamos a Cristo en su pasión y muerte durante esta Semana Santa, permanecemos unidos al Santo Padre, Benedicto XVI, en oración por las víctimas de abusos sexuales, por toda la Iglesia y por el mundo.”
Cardenal Francis George, OMI
Arzobispo de Chicago
Presidente
Obispo Gerald Kicanas
Obispos de Tucson
Vice-presidente
Obispo Geroge Murry, SJ
Obispo de Youngstown
Secretario
Arzobispo Joseph Kurtz
Arzobispo de Louisville
Tesorero
Obispo Arthur Serratelli
Obispo de Paterson
Miembro electo